Las marcas suelen cometer el error en sus estrategias publicitarias de mencionar todos los beneficios de un producto, suponiendo que los consumidores al estar enterados de estos, van a amarlo y van a quererlo sobre todos los demás. Pero esto, ¡PARA NADA ES CIERTO!
Existen toda clase de mercados y tenemos que entender que no todos compran sus productos pensando en cuál va a durar más o cuál es el mejor. Las personas nos manejamos por impulsos, es mucho más común que tomemos decisiones importantes por lo que sentimos al momento de tomarlas y no por lo que parecería lo más lógico. Es muy clara esta situación, una prueba de esto son las innumerables parejas amorosas equivocadas que escogemos en nuestra vida, a pesar de lo ilógico que podría llegar a ser.
Para la comunicación de una marca debemos de tener en cuenta esta realidad. La creatividad de nuestra marca debe de enamorar, cautivar, seducir, dar razones más allá de la lógica que le genere sensaciones diferentes a las personas a la hora de decidir qué producto comprar.
Las estrategias creativas que desarrollamos los CÓMplices llevan siempre un equilibro de estas dos partes, están enfocadas en llegar a la mente y al corazón de los consumidores.
Comentários