Hace unos años platicaba con un amigo empresario acerca del tema de la responsabilidad social de las empresas, no de la que se usa ahora, sino del compromiso moral que el empresario tenía por convicción en su mente y sobre todo en su corazón. En aquella época era importante entregar un valor a la sociedad y creo que para muchos empresarios no ha dejado de serlo. Quizá no de la misma manera, pero una de las razones más importantes para crear valor a una marca es entregarle mejores beneficios a quienes nos prefieren y mejorar su vida cada día.
La marca hoy representa la caja de valores en la que se van acumulando las cosas buenas o malas que la gente siente por lo que tú haces como empresario y por la manera en que te relacionas con ellos como personas.
Cada ves que innovas o mejoras tus productos o servicios les das un mensaje de cuánto te importa que reciban mejores satisfactores cada día. Cada vez que generas una comunicación acertada les haces sentir orgullosos de la decisión que tomaron de seleccionar tu marca. Y cada vez que usan tu marca tienen la certeza de que ésta dice algo positivo de ellos a quienes les rodean. Esto forma un círculo virtuoso que no sería posible sin poner tus capacidades y sueños como empresario en una marca específica y sin comunicarlo al mercado de manera acertada. Y con el gran beneficio de que al crear valor a tu marca no sólo vendes más hoy, sino que aseguras también las ventas del futuro.
Crear valor a tu marca implica un compromiso, pero las marcas exitosas lo consiguen haciendo bien y con gusto lo que les encanta hacer a quienes las crearon.
¿A ti qué te define como empresario? ¿Sólo la capacidad de vender y hacer más o menos dinero? ¿O también la capacidad de hacer que tu marca valga cada día más? ¿O la satisfacción de que la gente crea en lo que haces?
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