En el pasado artículo de nuestro blog titulado Haz de tu marca un Michael Jackson tratamos el tema de cómo este ídolo del Pop ha logrado mantener en los primeros lugares de popularidad sus grandes éxitos a pesar de llevar seis años muerto.
También mencionábamos que la ventaja principal de convertir a tu marca en una estrella del Pop, es muy simple… QUE SE VENDA SOLA, que todos la conozcan, sepan exactamente de que se trata, cómo se usa, con quién se identifica, qué dice de ellos al usarla.
Pero a pesar de haber tenido que trabajar muy duro, con gran consistencia durante muchos años, la marca Michael Jackson no nació de la nada. Partió a una plataforma que ya lo definía como cantante, cuando él y sus hermanos formaban los casi olvidados Jackson Five, de los cuales se separó para empezar su carrera como solista que, por cierto, no fue lo que le generó más visibilidad y diferenciación. Él ya era cantante cuando empezó a construir la marca del ídolo.
Fue su personalidad lo que formó una leyenda desde temprana edad. Michael Jackson fue el que se separó, por lo cual fue criticado en su momento, pero lo definió como alguien que buscaba lo que quería y no se detenía prácticamente ante nada. Esto quedó muy claro cuando decidió dejar de ser afroamericano (negro) para convertirse en blanco, sometiéndose no sólo a agresivísimos tratamientos quirúrgicos y médicos para lograr la transformación, sino también al juicio y a la crítica de sus admiradores y detractores, causando asombro por su capacidad de desafiarlo todo una y otra vez. También fue el que creó un estilo de baile con coreografías que iban siempre más allá, inmortalizados en videos asombrosos en los que dejaba ver siempre su capacidad de forzar los límites para ir cada vez más lejos.
Michael Jackson rompió muchos paradigmas en vida y lo sigue haciendo después de muerto generando ventas y utilidades.
Esto es por lo que vale la pena construir una marca poderosa y amada.
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