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Cómo preservar tu legado en la empresa.

Actualizado: 14 feb 2023


¿Cómo puedes preservar tu legado en el momento de la transición a un nuevo liderazgo en tu empresa?

Has invertido muchos años en construir tu negocio. Deja claro qué has hecho y para qué lo hiciste.


Quizá el momento más anhelado y a la vez el más difícil para muchos empresarios es cuando surge en su mente la idea de la transición a un nuevo liderazgo en la empresa y con ella la inquietud de la trascendencia.


Ya sea que decidas que es momento de que tome las riendas alguno de tus hijos o hijas, un directivo de confianza de años o alguien externo, la inquietud más grande será cómo mantener el negocio en marcha sin desvirtuar lo que construiste.


Una de las respuestas más efectivas es depositar tu legado en una declaración de propósito. Una declaración de este tipo te permite enunciar y dejar claras la idea y el sueño con el que iniciaste el negocio. Aquello que, cuando llegabas a tu casa por la noche y tomabas unos minutos para la reflexión, venía a tu mente como inquietud, deseo o sueños... aquello que te impulsó a seguir adelante en todo momento y circunstancia.


Esa declaración que representa la vocación o el "qué" de tu empresa, se complementa con un "para qué", que determina la contribución que quisiste lograr con tu empresa y que quieres que siga vigente cuando no estés al frente.


Me permito ilustrar este artículo con la historia de mi abuelo paterno. Él fue un hombre muy trabajador que, gracias a su constancia y perseverancia, amasó una gran fortuna partiendo de casi nada. Promovió el beisbol con tanta pasión que pagaba de su bolsa la nómina del equipo de su ciudad, con tal de sacar adelante su sueño de impulsar el deporte y crear un motivo de orgullo para sus conciudadanos. También fue el fundador y principal donante de la cruz roja de su localidad en un afán de que más personas tuvieran acceso a servicios médicos básicos de emergencia.


Desafortunadamente, a pesar de haber puesto el ejemplo con sus actos, nunca declaró un propósito que dejara claro su legado. Mucha gente lo tachó de hosco y silencioso, lo cual sí era. Pero también lo señalaban como tacaño, sin saber todo el bien que estaba haciendo.

Su propósito podría haber sido declarado como "Prosperar y llevar prosperidad a mi familia y a mi ciudad". Fue a lo que dedicó su vida en silencio, y que se llevó a la tumba.


Al no haber declarado este propósito y no haberlo transmitido a quienes pudieron sucederle en el grupo de negocios que creó, su muerte fue como el banderazo de salida para que cada quien arrebatara lo que estaba a su alcance. En muy pocos años desarticularon y repartieron una herencia que no representaba más que dinero para quienes, sin merecerlo, pudieron arrebatar una parte.


No sólo se acabaron las empresas, mataron la vocación con la que fueron creadas. La ciudad se quedó sin ese mecenazgo para el deporte y la salud. Triste final para una vida dedicada a prosperar y llevar prosperidad a su familia y a su ciudad.


Regresando al tema inicial, cuando se asome en tu horizonte el momento de la transición, será ideal declarar tu propósito y dedicar un tiempo razonable a comunicarlo, inspirar a quienes vengan y contagiar a todos los empleados de la empresa hasta asegurar que se convierta en el faro que guíe todas las decisiones de la empresa en tu ausencia.


Es la fórmula para trascender en el negocio que construiste y asegurar que siga por el camino que te permitió hacerlo crecer.


Si necesitas ayuda en este tema, no dudes en llamarnos.

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