Como constructores de las marcas sabemos que las relaciones públicas establecen las bases para cimentar la reputación de una compañía, posicionándola en el mercado, logrando además generar vínculos estables y duraderos con los distintos públicos.
Y si bien es cierto que éste es un concepto que cada vez tiene mayor claridad para los empresarios todavía hay quienes no tienen definido de manera clara los alcances que se pueden llegar a tener con una estrategia de RP bien armada.
La principal tarea de las relaciones públicas es dar proyección a los valores y objetivos de la empresa para todas sus audiencias, en especial hacia aquellas con las que la organización no tiene relación directa, por ello consideramos que una de las aportaciones de las relaciones públicas para la construcción de la marca es la adecuada elección de los públicos objetivos y por consiguiente su difusión.
Y esa es una de las cuestiones a la que nos enfocaremos en esta ocasión, ¿cómo
saber, cuál es mi público objetivo? ¿cómo saber que llegaré al segmento de personas indicado?. Como CÓMplices de las marcas, no adivinamos esto desde el primer momento, si bien es cierto que ponemos el corazón en cada proyecto sabemos que esto no nos dará la respuesta para lograr los mejores resultados, tenemos en claro que el conocimiento de las fortalezas de la marca y el análisis de las necesidades del consumidor son los que nos ayudarán al momento de establecer en nuestro plan a los públicos objetivos.
Como CÓMplices de las marcas sabemos bien la importancia de estructurar una buena campaña, teniendo bases firmes y siempre trabajando con estrategias alcanzables y bien definidas.
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