¿Qué tiene que ver la marca con la sostenibilidad de tu empresa?
Tiene todo que ver, pero empecemos por tratar de definir qué es marca.
Lejos de las definiciones del diccionario de la Real Academia y de lo especializado del marketing, digamos que marca es cualquier vocablo, símbolo o combinación de ambos que vincula nuestra mente un producto, servicio, empresa o persona.
La marca crea un espacio en nuestra mente y en nuestro corazón en el que se alojan todas las ideas, experiencias, emociones, sentimientos y argumentos que tienen que ver con el producto, servicio, empresa o persona a la que se vincula.
La marca se convierte así en un contenedor en el que almacenamos todo lo bueno y lo malo que aprendemos sobre empresas, productos, servicios y personas. Si soy bueno con mi pareja mis bonos aumentarán de valor y así permanecerán mientras no haga retiros por errores o descuidos que lastimen su confianza. Lo mismo sucede con las marcas que, mientras más depósitos favorables acumulen, lograrán mayor fidelidad de sus consumidores o usuarios.
Percepción es realidad.
Aunque esta afirmación resulta muy disruptiva para mentes extremadamente racionales, las percepciones o creencias son lo que mueve al mundo, lo que hace que las personas se comporten de una u otra manera y lo que define el valor de las marcas. ¿Nunca has tomado una decisión basándote en algo que piensas o sientes sin haberlo comprobado? Todos lo hacemos constantemente. Algunas veces vemos a otras personas tomando decisiones que pueden parecer estúpidas, pero que son perfectamente lógicas dentro de su estructura de creencias formada por evidencia real, experiencias interpretadas por la mente y emociones acumuladas, lo cual hace un coctel difícil de aceptar para algunas mentalidades pero muy sólido para quien toma las decisiones.
Calidad es satisfacer la expectativa de tus clientes.
Si lo piensas un poco, es claro cómo funciona este principio. Como empresarios y profesionales nos empeñamos en entregar a nuestros clientes el “state of the art” de lo que hacemos, muchas veces sin preguntarnos si lo que esperan los clientes es simplemente que les entregues una solución a la medida de su necesidad o problema o la solución genial que sólo tú puedes producir. Esto a veces hace que nos perciban como caros “porque no entienden nuestras ventajas”. Lo cierto es que si no las entienden o no las valoran puede ser solo por dos razones: o no las has comunicado adecuadamente, o no las consideran necesarias. Es vital entender cuál es el problema para “tomar el toro por por los cuernos” y resolverlo antes de perder la lealtad de quienes han depositado su confianza en tu empresa, en tus productos o servicios o en tu nombre.
La marca es el pilar fundamental para el sostén de tu empresa.
Independientemente de si quieres que tu empresa te trascienda o sólo hacer un buen negocio mientras vivas, el valor de la marca y su capacidad para mantener un elevado nivel de satisfacción en tus clientes es el único camino para logra la solidez indispensable para mantener un negocio sano capaz de enfrentar situaciones como las que hemos vivido con la pandemia de la Covid-19, los cambios económicos, los vaivénes políticos y las nuevas sorpresas que habremos de descubrir y que, con toda seguridad, llegarán más temprano que tarde.
Mantener una estrecha relación de valor y lealtad con tu mercado, sea del tipo que sea, será la base para sostenerte y crecer si así te lo propones.
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