Como empresario te toca vivir todo tipo de situaciones al frente del negocio. Cuando se trata de administrar la abundancia todo marcha de maravilla, pero cuando llegan las épocas de vacas flacas, que inevitablemente se presentan, es cuando se ve de qué estás hecho.
¿Te tiembla la mano para seguir con tus programas de inversión para el crecimiento? ¿Prefieres dejar en stand by los proyectos destinados a traerte el incremento en los resultados? ¿Pospones indefinidamente la construcción de tu marca considerando que es una inversión que puede esperar?
Seguramente no es tan dramático como lo planteo en las preguntas anteriores, pero definitivamente es un tema para reflexionar y entender tu disposición para seguir avanzando ante escenarios adversos.
Lo más importante es tomar en cuenta que lo que dejas de hacer durante esas épocas te afectará en los resultados, incrementando el deterioro que la propia situación económica puede generar. Sin embargo, si tus competidores deciden ser más agresivos que tú en esas épocas, lo que ellos ganen del mercado será a costa de quienes se quedaron quietos, ya que el mercado no estará creciendo.
Es parte del mercado que no ganaste o que incluso perdiste, difícilmente la recuperarás, porque las personas apreciamos más a las marcas que se quedan con nosotros durante la épocas difíciles.
El 2017 no promete cosas muy atractivas y nos va a retar de manera agresiva a tomar decisiones que inevitablemente nos pondrán en la situación de ver de qué estamos hechos.
Comments