Las Relaciones Públicas además de ser complementarias en el trabajo de posicionamiento y cimentación de una marca o producto como ya lo hemos referido en otras ocasiones, también son reconocidas como un conjunto de acciones de comunicación estratégica coordinadas y sostenidas que por si solas no han llegado a ser de gran utilidad para las empresas al dirigir hacia los medios y públicos indicados toda la información que se genere, es decir las Relaciones Publicas, tienen su chiste.
Y como todo, estas relaciones han tenido que adaptarse a los cambios tecnológicos que si bien es cierto han facilitado actividades como el contacto con medios, ya que no podemos negar que hoy es mucho más fácil contactar al editor o reportero a través de un whatsapp y no como hace 10 años que el correo electrónico o una llamada eran lo más común, estos cambios también han llevado a las agencias a buscar nuevas opciones para no quedarse estancadas pero sobre todo a defender la experiencia que tienen en el mercado, ya que estos avances en la tecnología han facilitado para mucho la posibilidad de comenzar su “agencia”.
No está mal buscar la independencia siempre y cuando no se pierda la esencia e importancia de lo que es hacer Relaciones Públicas. En realidad, seguir los lineamientos éticos que todo PR debe tener y no tomarse tan a pecho cuando decimos que todos los días y en todas nuestras actividades estamos haciendo Relaciones Públicas, que aunque esto es cierto no se obtienen buenos resultados por arte de magia.
Como CÓMplices de las marcas sabemos que las Relaciones Públicas implementan técnicas de negociación, marketing y publicidad para complementar y reforzar su desempeño en el marco de un entorno social particular y único que debe ser estudiado con máximo esmero para que esas acciones puedan ser bien interpretadas y aceptadas por los distintos públicos a quiénes se dirige un programa de PR.
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