En México se dice que lo que lo que es parejo no es chipotudo, lo que no quiere decir más que lo que dice. Pero lo traigo a colación porque en el medio del marketing y la publicidad muchas veces pareciera que la regla de algunas personas para las relaciones comerciales es que deben ser relaciones de dominio y sumisión… porque ellos son el cliente y la otra parte es el proveedor, como si estos roles fueran sinónimo de la dominatriz y el masoquista. Pero cuando lo aplicamos a nuestros propios proveedores y nos convertimos en la dominatriz… ¡Wow! Es realmente placentero y excitante ejercer ese poder sobre otro. Con razón tanta gente quiere ese rol. Entonces no son ellos sino nosotros, todos. Lo malo es que no obtienes más que lo que arrebatas y matas la capacidad del otro de involucrarse, de subirse al barco y remar junto contigo…. Ni modo, sabe bien pero no resulta bien.
Esto nos ha llevado a definir nuestras relaciones con clientes y proveedores como cómplices. Estamos convencidos de que es la manera más intensa, divertida y productiva de conseguir triunfos juntos. No aceptamos dominatrices del lado de los clientes y eso nos ha costado algunos negocios que apelaban a nuestro espíritu masoquista más de lo que estamos dispuestos a disfrutar. Este espíritu de complicidad también nos ha permitido recibir grandes aportaciones de quienes prestan un servicio a la agencia invitándolos a subirse a proyectos que son enriquecidos, mejorados y resueltos con la suma de aportaciones que sólo se logra entre cómplices.
Estamos deseosos de conocer más empresarios y ejecutivos que quieran ser y tener cómplices para su crecimiento. Si eres uno de ellos te invitamos a contactarnos para conocernos.
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