Es bien sabido que a las personas nos gusta estar rodeados de otras personas con gustos e intereses similares a los nuestros. Gracias a que tenemos la posibilidad de escoger a nuestros amigos, lo más normal es siempre rodearnos de gente con la que compartimos gustos en cine, música o simplemente nos gusta salir a la misma clase de lugares. Cuando dos o más amigos se vuelven realmente cercanos es muy común que inclusive la gente empiece a confundirlos como primos y en casos extremos, como hermanos ¿les ha pasado?
Las grandes marcas no tienen cara, ni brazos, tampoco piernas, pero indudablemente tienen personalidad, además, es una personalidad muy pero muy bien definida. Si le pidiéramos a mil personas en el mundo que cerraran los ojos y s
e imaginaran cómo sería la marca Apple (Lacoste o muchas otras) si se transformara en una persona, existirían una cantidad de rasgos físicos o de estilo, en la que muchas personas coincidirían a la hora de describirlo. Evidentemente, esto no es una casualidad.
Las grandes marcas trabajan durante años definiendo su carácter, su estilo y el enfoque de su marca. Esto podría parecer algo poco importante ¿no? ¿para qué invertir tanto, si teniendo el mejor producto es más que suficiente? La verdad es que cuando una marca deja de ser sólo eso y se vuelve un ícono de identidad, adquiere un lazo con las personas que no se va a romper tan fácilmente. Pareciera como si se volviera un amigo más de nosotros, un compañero de vida.
Piensen un segundo en cuántas personas conocen que a pesar de que se dice que la Coca es dañina, la siguen tomando y no la cambiarían por otro refresco jamás. Cuántas personas dicen que no hay nada como su iphone, o que los tenis más cómodos son sus converse, que no van a ir a correr sin sus nike, o que una cuba no es cuba sin bacardi. Todas estas aseveraciones pueden o no ser ciertas, pero al final no importa, la gente las cree y están realmente aferradas a ellas, debido a que personifican a las marcas, las vuelven sus amigos y amistades así de estrechas no se acaban tan fácil.
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