Hace una semana en una comida platicábamos sobre el deterioro de productos y servicios, todos los presentes habíamos tenido, y cada día con más frecuencia, pesadillas similares.
Recordé que hace unas semanas entré a una de estas grandes cadenas de imagen pretendidamente “glamurosa” en la cual una persona rompió un artículo de cristal por accidente; inmediatamente se acercó una vendedora y le dijo que tenía que pagarlo.
Esta tienda tiene mucho material frágil y supongo que este tipo de situaciones se debe presentar con frecuencia, pero esa situación ajena me produjo un rechazo inmediato. Me cayeron muy gordos, la verdad. Esa frase de “el que rompe, paga” me parece desagradable. Supongo que una solución sencilla sería tener una estimación de pérdidas por tienda y reflejarla entre el resto de los productos.
Pues bien, estoy cansada de marcas conocidas que son preciosas por fuera pero llenas de vicio por dentro. Estoy harta de que se gasten millones en dar una imagen agradable cuando el servicio es pésimo. Estoy aburrida de ofertas falsas y de productos inexistentes. Estoy fastidiada de empresas que no te escuchan cuando las necesitas pero que te llaman a todas horas para venderte algo. Estoy muy molesta de encontrarme con productos caducados, recién comprados, al colocarlos en el refrigerador.
La obsesión de las marcas por los precios ha hecho que más personas las compren pero han sacrificado salvajemente la calidad de productos y servicios. Estoy convencida de que muchos de nosotros estaríamos dispuestos a pagar un poco más para evitar sorpresas, ganar tiempo o dejar de perder ese dinero que se supone que hemos ahorrado. Ya lo dicen madres que todo lo saben “Lo barato sale caro”.
Así que como CÓMplice, Constructora de Marcas, siempre para las estrategias de marcas pregunto:
¿Eres capaz de hacer lo mismo que hace la mayoría de las grandes empresas pero “un poco mejor”?
¿Puedes evitar disgustos a los clientes?
¿Puedes apoderarte de la confianza perdida por las grandes empresas?
Porque las marcas más valiosas y que generan mayor lealtad, son las que reducen la incertidumbre, el miedo y la sensación de riesgo que nos han inculcado muchas empresas de consumo, aquellas marcas que logran relacionarse con su consumidor al grado de entender a la persona y no sólo tratar de venderle al consumidor, son las marcas que rápidamente se pueden posicionar en el mercado. Y ahí está ¿Cuántas ideas de negocio exitoso puedes tener ahora? ¿Cien?, ¿Mil?.
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