Es muy común que cuando emprendemos no veamos necesario invertir en la dichosa publicidad. Nos da miedo “despilfarrar” dinero y no ver resultados y caemos en la idea de ahorrar ese dinero haciendo las cosas bien, y no lo voy a negar, sí, funciona, este voice marketing que está tan de moda, ha existido siempre.
¿Cómo funciona?
Haciendo las cosas excelentes, no sólo bien. Complaciendo a un mercado, evolucionando, estableciendo un parámetro de calidad siempre constante, rebasan los límites de la comunicación, encuentran un concepto y lo introducen en nuestras vidas.
Entonces tratan de decírtelo una y otra vez.
¿Qué hace la gente con esto?
Aquello que sucede con lo que amamos, hablamos de ese tema todo el día, y estamos convencidos que no hay nada mejor.
Entonces sí es posible, sin embargo, eso no quiere decir que una campaña y una excelente estrategia de comunicación aunado a un brillante concepto creativo no nos lleve a un “top of mind”.
Las grandes empresas comenzaron todo esto, pero esta historia no tiene mucho cuento. Productos como Bimbo, Pinol o Knor, por hablar de productos de una canasta básica comenzaron innovando, no había en el mercado un producto como ellos, entonces llegan marcas que los imitan, cuentan con genéricos y ofrecen mejores precios y tal vez la misma calidad.
¿Cómo logran mantenerse en el mercado? Nos recuerdan todo el tiempo porque siguen siendo los mejores en su categoría. Y no es que no haya un pan más rico que el de Bimbo, pero se han encargado de estar en todas las mesas de México, vender amor en cada rebanada y entrar en la vida de cada familia.
Y si finalmente aún tienes dudas de qué es posicionamiento…
El posicionamiento es ese lugar que ocupa en tu cabeza un producto o un servicio. Por ejemplo: si te dijera que pienses en marcas de azúcar, la primera que está en tu mente es la que más recuerdas. ¿Y qué ha hecho esta marca para ser lo primero en lo que piensas?
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