Vamos a definir primero qué es el propósito. Sólo así podemos tratar de definir qué es un negocio con propósito.
El propósito es una declaración que establece y transmite la razón de ser de la empresa, es decir, para qué existe más allá de lo evidente que es su actividad cotidiana y la generación de utilidades.
El propósito refleja una vocación profunda de la organización.
Lo que puede hacer diferente a una empresa es su propósito.
Así encontramos una amplia variedad, desde la que solamente fabrica, vende y genera utilidades para sus accionistas, hasta la que genera beneficios para todos sus stakeholders o grupos de interés además de los accionistas. Me refiero a los empleados de la compañía, sus familias, sus proveedores, sus distribuidores y, por supuesto, sus clientes, así como a las comunidades que toca en su producción, distribución y comercialización y al medio ambiente. Esta diferencia la genera el propósito.
Imaginemos a la empresa como una gota que cae en agua tranquila y genera ondas expansivas a su alrededor. La actividad de una empresa influye, sí o sí, en su entorno, pero puede hacerlo de manera positiva si su propósito lo determina.
Cuando el propósito guía transversalmente las acciones y decisiones en la organización debilita los silos o feudos organizacionales porque alinea a todos más allá del resultado del departamento exclusivamente.
El propósito es una luz en el horizonte a la que siempre nos dirigimos. Así como la estrella polar para los navegantes, el propósito es algo que nunca alcanzaremos, pero que paradójicamente construimos todos los días. El propósito es el fundamento que permite evaluar las decisiones y acciones que emprendemos en la organización.
Veamos cómo podemos analizar la anatomía de un propósito que podemos llamar superior:
De acuerdo a la descripción que hace Simon Sinek, el propósito se forma de dos partes, la contribución de la empresa, es decir el qué aporta. No lo que produce, sino lo que su vocación le dicta. Por ejemplo, innovar, mejorar, inspirar, crear. Y la segunda parte define el impacto que la empresa se propone lograr, es decir el para qué realiza su contribución.
Veamos algunos ejemplos: Grupo Columbia, empresa dedicada a la producción de medicamentos, ha definido su propósito como innovación humanista para la salud. Esto establece los fundamentos clave de la organización. Cualquier iniciativa que sea revisada necesariamente tendrá que ser innovadora, con la persona como centro y cotribuir claramente a la salud. No hay lugar para productos iguales a otros o que generen beneficios económicos antes que bienestar para la salud.
Hace unos meses revisábamos el propósito de una empresa de telecomunicaciones que decía Hacer hasta lo imposible para comunicar a más personas. Dentro de un proceso de planeación estratégica que coordinamos para la empresa surgió una inquietud sobre esta declaración. La gente trabajaba jornadas muy largas todos los días con el fin de cumplir este propósito y habían logrado grandes avances que ninguna otra empresa había hecho. Pero el costo en la vida de los empleados era enorme. Creían firmememente en el poder del propósito y quizá eso los había llevado a traducir la expresión “hacer lo imposible” a la idea de trabajar cuantas horas fueran necesarias para cumplirlo. Dentro de la sesión de planeación decidieron que la contribución de la empresa no estaba basada en el hacer sino en el lograr. Así lo modificaron a Lograr lo imposible para comunicar a más personas. La inspiración orientó los esfuerzos a los resultados y no a las actividades.
El propósito permite responder de manera amplia y poderosa a la pregunta ¿a qué te dedicas?
Imaginemos que entran a un elevador y el pasajero de al lado les pregunta ¿a qué te dedicas?
Pongamos como ejemplo una empresa que se dedica al arrendamiento de camiones de carga y que ha definido su propósito como Mantener una disponibilidad de 95% de las unidades. Seguramente responderías eso. Soy el director de una empresa de renta de camiones que te asegura una disponibilidad de 95% de las unidades. ¿Qué les haría pensar eso? ¡Ah, son mecánicos! Se dedican a reparar vehículos. Están en el negocio del mantenimiento.
En cambio, si la respuesta es Soy el director de una empresa dedicada a Innovar en soluciones de movilidad de carga para que los bienes lleguen a tiempo a las personas, te invita a pensar en términos más amplios y profundos. Provoca reacciones de interés y de afinidad. ¿Una empresa dedicada a que los bienes lleguen a tiempo a las personas? ¿cómo lo hacen? Entonces se abre una conversación basada en un genuino interés que puede contagiar.
Al mismo tiempo tiende un puente hacia el futuro. Si mi propósito es innovar en soluciones de movilidad de carga para ello, todos en la empresa estaremos abiertos y atentos a la evolución. Entonces pensaremos en diferentes formas de movilidad de carga para que los bienes lleguen a tiempo a las personas y no sólo en el arrendamiento de camiones. Esta óptica puede detonar un crecimiento enorme.
Si quieres explorar la mejor manera de declarar el propósito de tu empresa para que sea una guía permanente, inspire a tus directores, contagie a tus colaboradores y conquiste a tus clientes, podemos ayudarte.
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