En muchas ocasiones no conocemos el valor real del producto o servicio que estamos adquiriendo. ¿Se han preguntado cuánto cuesta una pizza? Posiblemente menos del 20% que pagamos por ella.
Las marcas realmente no nos venden solo tela, ni agua con sales. Nos venden algo más, algo que no se ve… simplemente nos hace sentir. Por poner un ejemplo burdo, es muy distinto caminar por la calle con una persona que acabamos de conocer y no teníamos existencia de ella, a caminar con esa persona que nos gusta tanto, que durante mucho tiempo deseamos que estuviera con nosotros. En principio el acto es el mismo ¿no? Caminamos junto a alguien por la calle. Entonces ¿por qué se siente completamente distinto? La respuesta es igual de obvia con las marcas… Las deseamos y queremos que nos vean usándolas, que son parte de nosotros y nos identifican.
Por esto es tan importante construir una marca sólida, dejar de vender un producto o servicio. Empezar a vender experiencias y emociones, algo que no se puede ver ni tocar, pero existe y se siente. Eso realmente llega a valer mucho más que el mismo producto.
Los CÓMplices sabemos que tu producto ya tiene valor, pero nosotros nos dedicamos a generárselo a tu marca.
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