Si bien es cierto que las jornadas de trabajo están ya establecidas por las leyes y que 8 horas al día a veces pudieran parecernos suficientes para resolver los pendientes que surgen en el trabajo diario, los que dedicamos nuestra vida laboral a las relaciones públicas sabemos bien que esto puede cambiar según los requerimientos del cliente y los públicos a los que buscamos llegar .
En relaciones públicas los horarios no existen, ya que debemos adaptar los tiempos a las diferentes actividades y necesidades de nuestro mercado y esto depende de la categoría de cada uno, es decir, si estoy trabajando con un colegio buscando posicionarlo entre los 10 mejores del país, es muy probable que las actividades propuestas y reuniones, se lleven a cabo en horarios laborales, pero en cambio si el proyecto en el que estamos trabajando tiene que ver con un restaurante donde el objetivo es ubicarlo como uno de los mejores lugares para cenar, lo más probable es que las visitas de medios y eventos se lleven a cabo en un horario contrario a las horas laborales comunes.
Los avances tecnológicos sin duda facilitan ésta necesidad de atender los asuntos en el momento que se requiere, haciendo más placentero el tiempo que dedicamos, no debemos sentirnos esclavizados con el seguimiento de pendientes, aprovechemos al máximo la redes sociales, los mensajes de WhatsApp, pero siempre cuidando no rebasar la línea confianza y respeto con el cliente o medio de comunicación.
Cómo CÓMplices de las marcas sabemos de la importancia de tomar detalle a cada uno de los requerimientos en el momento que se necesite, y para ello ponemos nuestro corazón y experiencia. Pero si quieres conocer más sobre nuestras forma de trabajo, acércate a nosotros, ¡contacta a tus CÓMplices!.
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