En cuestiones de publicidad, el ROI siempre ha sido y sigue siendo uno de los principales aspectos a medir para los profesionales del marketing y en marketing digital no es la excepción.
Para medir el retorno de la inversión, unos de los indicadores en los que más nos solemos fijar es el click y la conversión, términos que, con mucha frecuencia, se confunden. De hecho, si utilizamos una plataforma de medidas de conversión, veremos un mundo muy diferente donde no todos los clicks son iguales.
A los usuarios les encanta el contenido gratis, así que si el tuyo lo es y además es atractivo van a hacer click en él. El problema está en que a menudo este click se mal interpreta, entendiéndolo como una necesidad, cuando realmente se trata de un indicador de interés.
Para ver este punto más claro, pongamos un ejemplo: imagina por un momento que tienes mucho contenido sobre tips para bajar de peso y que cada vez que lo compartes tienes un montón de clicks, en concreto, puedes ver que muchos de esos clicks vienen de blogs de esteticistas y de usuarios a los que les encanta el tema de las dietas. Esto no quiere decir que los usuarios que han hecho click quieran comprar tu producto para bajar de peso, sino simplemente significa que les interesa el tema de bajar de peso.
En Facebook ya es bestial esta situación. Si te enfocas más en los usuarios a los que les encanta tu contenido que en tratar de llegar a más gente y convertirlos, solo te puedo decir una cosa: tienes un problema de estrategia, porque no sabes si las redes sociales te hacen conseguir más leads, descargas o suscripciones, o si estás reeducando a usuarios que jamás comprarán lo que ofreces.
La clave está en seguir las conversiones.
Aunque ayuda mucho, no basta solo con usar Google Analytics para ver si nuestro contenido y actividad en redes sociales está derivando tráfico a nuestra web, hay que distinguir el tráfico y determinar que tanto de este tráfico es de alta calidad y la mejor forma para ello es seguir las conversiones y analizarlas.
Necesitamos saber cuántos clicks y cuántas conversiones generan cada una de las entradas que hacemos, entendiendo como conversión la realización de una acción deseada, ya sea la descarga de un documento, la suscripción a un blog, el desarrollo de una base de datos, la solicitud de información del producto y por supuesto, la compra del producto.
Piénsalo así: cuando alguien hace click en un contenido está indicando que le gusta o que le interesa, pero cuando va más allá, cuando a cambio de lo que ofreces ellos se suscriben a tu blog, están dándote algo más personal. Y esa debe ser nuestra meta en redes sociales, crear contenidos que conviertan los clicks en leads. Como CÓMplices en una estrategia digital siempre evaluamos el rendimiento del click y de la conversión analizando el tiempo y esfuerzo, es decir si solo buscas clicks estás gastando tiempo y esfuerzo creando un escaparate en vez de crear relaciones de calidad con la comunidad.
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